Relato duro y atroz sobre la vida de una joven norteamericana llamada Precious. Podría estar dentro de lo que se llama políticamente incorrecto. La historia no es el drama de una adolescente, es la realidad, y la realidad acá no se dramatiza se muestra lo más real y cruda posible. Apenas la película da inicio no nos da respiro y con cargamento pesado nos moviliza segundo a segundo. Intenta movilizarnos, y los logra. Con diálogos fuertes, violencia física y verbal. Imágenes de difícil digestión en todo sentido. Y cuando parece que más no podía pasarle a nuestra protagonista…no, hay más, siempre más.
La estética dentro de la casa de Precious es oscura, cerrada, claustrofóbica, ¡hasta huele mal! La cámara nos muestra con planos bien cortos y cerrados esta realidad, como tomándonos la cabeza y hundiéndonosla, nos ahoga con semejantes imágenes. Ante las situaciones violentas, la protagonista escapa con sueños angelados, transmutando esa durísima realidad. Sus sueños son luminosos, llenos de brillo, colores saturados y luz que quema nuestros ojos. Esa luz que no podemos ver pero que sabemos existe en ella, aunque sea para salir de ese infierno que es su hogar.
Y en el hogar, la madre y el padre. Pero sobre todo la madre que en vez de curar heridas mete el dedo donde más duele. Reviviendo los fantasmas paternos del pasado, de un pasado que se actualiza constantemente y se hace presente. La madre vive recostada en el sillón, mirando televisión, fumando, y gritándole a Precious y ordenándole lo que tiene que hacer, intercalando todo tipo de insultos. Parece que no escatimaron en la cantidad de los insultos, pero en la trama están bien justificados, y el relato les da lugar.
En un momento vemos que la madre se queda dormida frente al televisor prendido, en donde están pasando una película italiana, que no creo que esté elegida al azar. Aunque no es el caso de lo que estamos viendo, hace acordar al neorrealismo italiano, y ahí Precious se imagina una representación de ella con su madre en un nuevo intento de escape. Creo que en términos generales esta película funcionaria como un neorrealismo americano contemporáneo.
Precious nos muestra que a veces el paso por esta vida se hace duro. Se hace solitario. Pero sin embargo nos da un mensaje de esperanza. Más allá de que todo se este derrumbando a nuestro alrededor, podemos levantarnos y seguir, con la intención de construir una mejor manera de vivir.